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lunes, mayo 28, 2007

El Océano Sur pierde habilidad para limpiar el aire del planeta


El cambio climático impide que el océano que bordea la Antártica absorba el exceso de las emisiones contaminantes

VENEZUELA, por Patricia Pérez

Es conocido que los océanos tienen importantes reservas de dióxido de carbono en sus profundidades, pero la forma en que se moviliza este elemento puede actuar a favor o en contra del equilibrio ecológico. Los resultados de un estudio recientemente publicado en la revista Science señalan que el Océano Sur, que rodea la Antártica, alcanzó el punto de saturación en cuanto al almacenaje del carbono y ahora está regresando a la atmósfera.

Para imaginar la dimensión de esta problemática, dada a conocer por un grupo de científicos británicos, es importante recordar que este océano es el primer regulador de las temperaturas globales. Se estima que las masas de agua salada absorben alrededor de 25% de las emisiones de carbono provocadas por el hombre, y sólo el Océano Sur captura el 15% de este gas.

Las primeras pruebas de que estas condiciones están cambiando fueron divulgadas por la jefa del equipo de investigadores, Corinne Le Quéré, del Instituto Antártico Británico de la Universidad de East Anglia, en un comunicado que llegó a las agencias de noticias. Otros autores del estudio pertenecen al Instituto Británico de Estudios Antárticos y al Instituto Max Planck de Biogeoquímica de Jena, Alemania.

El estudio fue realizado durante cuatro años y evidencia que el aumento de los vientos sobre este océano impide la retención del carbono. "Ésta es la primera vez que podemos decir que el cambio del clima es responsable de la saturación del Océano del Sur", señaló Le Quéré a la agencia AFP. Ellos están convencidos de que los modelos climáticos son certeros y prevén la intensificación del proceso durante este siglo. Esta opinión es compartida también por Chris Rapley, director del Instituto Antártico Británico, quien estima que la estabilización de los niveles del dióxido de carbono en la atmósfera será todavía más difícil de lo que se pensaba.

En equilibrio ecológico

Frente a este panorama de inestabilidad que involucra al ecosistema marino, la oceanógrafo químico de la Fundación La Salle y también profesora del Instituto Universitario de Tecnología del Mar de la Isla de Margarita, Yrene Astor, estima que es muy probable que se estén activando procesos naturales en otros océanos, para compensar el proceso de liberación de dióxido de carbono que reportan en la Antártica.

Explica Astor que el calentamiento global limita la solubilidad del agua y hace que los vientos más fuertes produzcan turbulencias en el agua, hasta remover las capas más profundas cargadas de carbono, pero también se puede dar el caso de que se incremente la cantidad de sustancias nutritivas en los océanos, y finalmente el carbono pase a formar parte de la materia orgánica. Otra posibilidad de revertir este proceso de desequilibrio ecológico se advierte en el deshielo de los cascos polares y glaciares, porque esto contribuiría a reducir la salinidad que se ha incrementado en los océanos.

“Los factores que regulan el intercambio de CO2 entre el agua y la atmósfera actúan de manera compleja, interactuando entre si, y el factor que tenga más peso (o sufra el mayor cambio) es el que define cómo se puede comportar un área determinada del océano”, destaca la investigadora.

Por los momentos se tienen estimaciones bastante precisas sobre esta capacidad de absorción del carbono, aunque los científicos señalan que el comportamiento de las grandes masas de agua no es constante en el tiempo, tanto así que una región puede pasar de ser reservorio a fuente de emisiones de carbono con el paso de algunos años. Por estas razones Astor es enfática al advertir la importancia que tienen las políticas que conduzca a la reducción de las emisiones contaminantes. “Será siempre un paso positivo para la salud del planeta”, dice.