Y... ¿DÓNDE ESTÁN LAS LLAVES?

Desde cerraduras digitales que controlan el acceso al hogar mediante el reconocimiento de las huellas dactilares hasta sistemas de iluminación, alarmas y entretenimiento comandados por la PC. La casa inteligente ya está aquí.

Por Gabriela Ensinck, Argentina

Hay una buena noticia para los que se olvidan la llave, la pierden o se les cae por el hueco del ascensor. Las cerraduras biométricas ya se venden en el país y permiten abrir la puerta con el dedo. Mejor dicho, colocando la huella dactilar en un lector digital que reconoce hasta 138 huellas distintas (también tiene aplicaciones comerciales, o para pequeñas industrias).
Además de cómodas, las novedosas cerraduras son muy seguras y ofrecen tres formas independientes de acceso: si no funciona con la huella dactilar, se puede usar un código numérico. Y si tampoco así abre, siempre queda el recurso de la llave.
Todas las funciones se administran desde la misma cerradura, que tiene un microchip en su interior y no se necesita de una PC para programarla. Sin embargo, se puede conectar en red al sistema de luces y alarmas para armar una solución de seguridad.

SISTEMAS INTELIGENTES. Los controles de acceso por biometría están muy generalizados en empresas y edificios públicos, y la reducción de su costo permite hoy implementarlos en cerraduras hogareñas como las que vende Teknohomes. Esta tecnología es muy antigua y se basa en la identificación por características físicas como el rostro, la voz, las huellas dactilares y el iris, o una combinación de ellas.
Los sistemas biométricos están basados en algoritmos matemáticos, que permiten comparar y reconocer patrones gráficos a gran velocidad. Además de utilizarse en accesos a edificios, también se están implementando en dispositivos personales como teléfonos celulares, handhelds y laptops.
Hoy es posible interconectar el sistema de acceso al hogar con la PC y el sistema de alarmas sin usar cables. Y también se puede hacer más que eso: controlar la calefacción y ventilación, las luces, el riego por aspersión y hasta la apertura y cierre de las persianas a distancia. La orden puede darse mediante un control remoto, con un doble click en el mouse (en caso de estar frente a la PC), con una clave numérica en un llamado telefónico o desde el celular.
También se pueden programar funciones para que a cierta hora (cuando el usuario llega a la casa) se activen las luces, los sistemas de calefacción y música funcional, y que los artefactos se vayan apagando cuando no hay gente en los ambientes. Incluso, hay programas de simulación de presencia, que encienden y apagan luces, música y efectúan todas las funciones como si la vivienda estuviera habitada, aún durante las vacaciones.

(ver nota completa en: http://www.fortuna.uol.com.ar/edicion_0164/consumo/nota_01.htm