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viernes, junio 16, 2006

Revista Science, 16 de junio.

Nuevos Fósiles de Ave, Indicio de Ave Acuática Primitiva: Nuevos fósiles espectacularmente bien conservados del ave tipo gavia Gansus yumenensis de China respaldan la idea de que los ancestros de las aves modernas pueden haber sido aves acuáticas. Los restos de hace 110 millones de años de esqueletos tridimensionales no aplastados de Gansus, completos con plumas carbonizadas e inclusive la membrana en las patas, sugieren que el ave se zambullía en picada para obtener su cena como las gavias o somormujos de hoy, aunque quizá no tan hábilmente, dicen Hai-lu You y colegas. Dado que Gansus es el miembro conocido más antiguo del grupo de pájaros que incluye a todas las aves modernas y sus ancestros fósiles, los nuevos fósiles pueden arrojar luz sobre cómo y cuándo las aves modernas llegaron a dominar los cielos.

Autopista de Información Entre Hígado y Grasa: Investigadores japoneses han identificado una vía neuronal que transmite señales entre el hígado y el tejido graso periférico, ayudando a regular el balance de energía en el cuerpo. Hay dos avenidas de comunicación entre el cerebro y otros tejidos, las cuales ayudan, en última instancia, a controlar el apetito y el metabolismo de grasas. Una involucra moléculas circulando en la sangre, y la otra involucra al sistema nervioso. Kenji Uno y colegas estudiaron en hígados de ratones el papel del receptor PPARgamma, el cual se pensaba anteriormente estaba asociado con obesidad. Ellos descubrieron que esta proteína participa en una vía involucrada en la regulación de gasto de energía, sensibilidad insulínica sistémica, metabolismo de glucosa, y distribución de grasa entre el hígado y la grasa periférica. La vía puede de esta manera proteger a los animales de las alteraciones metabólicas que son puestas en marcha por el almacenamiento de exceso de grasa.

Antiguo Desarrollo Embrionario: Algunos de los primeros animales utilizaron una estrategia de desarrollo similar a una usada actualmente por ciertos animales, reportan investigadores chinos. Una vez que el núcleo de una célula se ha dividido durante la división celular, el resto de los contenidos de la célula, llamados colectivamente “citoplasma”, también deben dividirse. En embriones en primera fase de algunos animales, incluyendo ciertos moluscos y caracoles, estructuras llamadas lóbulos polares llenos de citoplasma sobresalen en un extremo de la célula que está dividiéndose. Eventualmente son separados y terminan en una de las dos células resultantes. Este proceso en última instancia ayuda a producir células con funciones específicas. Jun-Yuan Chen y colegas ahora han descubierto varios ejemplos fósiles de lo que parece son embriones con lóbulos polares en rocas que datan del periodo Precámbrico Tardío (hace alrededor de 580 millones de años) en China. Estos hallazgos implican que esta estrategia de desarrollo se originó de manera temprana, alrededor del momento de aparición de los primeros animales.