Blog de noticias, análisis y comentarios sobre temas de ciencia, tecnología e innovación.

martes, julio 18, 2006

La brújula del ADN




Por Carol Guilleminot, Uruguay
Las tortugas marinas tienen un complejo ciclo de vida, muy difícil de seguir directamente debido a las extensas migraciones que realizan entre sus zonas de alimentación y playas de anidación. Sin embargo, la investigación científica permite también rastrear el origen geográfico de estos animales a través de su ADN. En Uruguay la primera en hacerlo es una joven sanducera, María Noel Caraccio.
Luego de abandonar las playas donde nacieron, ubicadas en zonas tropicales, las juveniles tortuguitas emprenden un largo viaje hacia un hábitat de desarrollo donde permanecerán varios años hasta que emprendan el regreso a su lugar de origen para reproducirse.
"A Uruguay llegan individuos juveniles entre 30 y 60 centímetros y quedan en nuestras playas hasta que maduran sexualmente cuando empiezan con las migraciones de reproducción. Llegan entre los 3 y 5 años y van a estar hasta los 20. Cuando acá llega el frío, suben un poco a Brasil cuando viene el agua cálida bajan nuevamente. Durante este período hay una población más o menos estable en la zona", explica la bióloga María Noel Caraccio, de 31 años y primera uruguaya en realizar investigación genética de tortugas que actualmente trabaja en un laboratorio de la Facultad de Ciencias preparando su maestría.
¿Cuál es la importancia del análisis genético para el conocimiento de las poblaciones de tortugas? "Por medio del ADN se puede determinar el origen de las tortugas que vienen a alimentarse a nuestras costas", explica María Noel. Justamente en eso consiste su trabajo: identificar las marcas genéticas --que son indelebles y están presentes en todos los individuos de una población-- qué colonias anidadoras de tortuga verde confluyen en esta zona de alimentación.
El ADN mitocondrial es una marca molecular comúnmente usada en estudios filogeográficos de la tortuga verde del Océano Atlántico y también contribuye a revelar la evolución molecular, estructura poblacional comportamiento reproductivo y patrones migratorios en estos animales.
El conocimiento genético de estas poblaciones no sólo es importante para saber de dónde provienen las tortugas marinas que se encuentran largos años alimentándose en las costas uruguayas, sino que además la información acerca del origen de estos individuos tiene implicancias directas para la conservación. A modo de ejemplo, cabe señalar que la captura incidental o extracción de tortugas en las áreas de alimentación potencialmente afecta a las poblaciones reproductoras de una amplia región geográfica.
¿De dónde provienen las tortugas marinas jóvenes que se encuentran en Uruguay? Los preliminares de mixed stock analisis revelaron que la mayoría de las tortugas verdes que frecuentan aguas uruguayas provienen de Isla Ascensión (Reino Unido), siguiendo en porcentaje Surinam e Isla de Aves (Venezuela). Llegan también desde Africa y Brasil.
Del agua al laboratorio
Esta sanducera está vinculada al proyecto Karumbé desde su fundación, cuando era estudiante. "En ese momento yo me estaba por recibir, había comenzado a trabajar en el laboratorio de la Facultad de Ciencias. Me enamoré de las tortugas y felizmente pude canalizar ese gusto con la genética, que siempre me había interesado. Tuve suerte, las cosas se me fueron dando, fui encontrando a personas que me podían ayudar y mi jefe, que es un genio, me animó a capacitarme y hacer una maestría en esta área que es la que a mí me gusta. Entonces me fui a Gales a entrenarme en genética de tortugas marinas para aplicar todo eso en el laboratorio", explicó.
Para su investigación el trabajo no comienza en el laboratorio, sino en el agua buscando tortugas verdes en la zonas costeras rocosas donde suelen alimentarse. "Las capturamos, marcamos con una placa metálica y le sacamos un pedacito de tejido que conservamos en alcohol. Eso va al laboratorio donde es sometido a estudios genéticos. Allí extraigo el ADN y mediante el uso de marcadores moleculares puedo determinar su origen al comparar el ADN del individuo estudiado con los trabajos científicos existentes a nivel mundial sobre el ADN de las playas de anidación", explica.
Por su trabajo, contactos y área de estudio, siempre está latente la posibilidad de irse a vivir al exterior. Pero quiere quedarse. "Acá está todo por hacer aunque quizá hay que lucharla más que en otras profesiones porque al trabajar en biología y animales silvestres no es fácil conseguir financiación para los proyectos". "Sin embargo se puede. Nos pasó con Karumbé, al principio éramos los 'locos de la playa', algunos pensaban que éramos hippies porque nos íbamos todo el verano con las tortugas pero eso nos permitió tener un crecimiento importante y el reconocimiento mundial. Hoy, en cuanto a tortugas marinas, Uruguay ya existe en el mapa", dice. Y agrega que para crecer no sólo se necesitan fondos, también conciencia, mentalidad: hay que hacer "escuelita" y "tener la mente abierta, eso es lo importante".
Fuente: Revista Quinto Día, de Diario El Telégrafo.

Espíritu tortuguero




Por Carol Guilleminot, Uruguay
Las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo se encuentran en peligro de extinción. De ellas, cuatro viven buena parte de su existencia en Uruguay y enfrentan problemáticas como ser la captura incidental en pesquerías, consumo de carne y tráfico ilegal de caparazones, patologías, contaminación, así como el desconocimiento por parte de la población de su presencia en aguas uruguayas.
Hoy son objeto de estudios científicos, protección, programas de educación y divulgación y hasta un festival que reúne cada año a escolares de la costa oceánica uruguaya. Nada de esto sería posible sin Karumbé, un programa de conservación que integra esfuerzos de investigación, educación, divulgación y protección. Su nombre significa "tortuga" en guaraní y está haciendo historia.
Durante más de 30 años los esfuerzos en conservación e investigación de tortugas marinas se han dirigido casi exclusivamente a proteger las playas de anidación. En comparación, muy poca investigación se ha realizado en mar abierto, en el cual transcurre la mayor parte de su ciclo de vida.
En aguas uruguayas es posible encontrar cuatro especies de tortugas marinas: tortuga verde (Chelonia mydas), tortuga cabezona (Caretta caretta), tortuga olivácea (Lepidochelys olivacea) y tortuga siete quillas (Dermochelys coriacea). Las primeras tres están catalogadas como en peligro de extinción y la última en como en peligro crítico de extinción.
"Karumbé se originó en 1999 como un grupo de estudiantes con intención de estudiar y conservar tortugas marinas en Uruguay. Actualmente, es un proyecto de conservación e investigación integrado por biólogos, veterinarios, estudiantes, investigadores, educadores y pescadores, que se encuentra integrado a la organización no gubernamental Centro Interdisciplinario para el Desarrollo", explica el doctor Alejandro Fallabrino, coordinador general del proyecto.
Las investigaciones realizadas por Karumbé durante los primeros dos años de actividad permitieron reconocer que las problemáticas que afectan a estas especies en Uruguay son la captura incidental en pesquerías, el comercio ilegal de caparazones, el consumo de carne, diversas patologías y la contaminación. Además existe un importante desconocimiento por parte de la población de su presencia en aguas uruguayas.
"Es necesario continuar con estas actividades, lo cual representa un gran desafío en Uruguay dado la insuficiente sensibilización acerca de los recursos costero-marinos, así como el escaso apoyo institucional y económico a organizaciones no-gubernamentales", recomienda un estudio titulado "Tortugas marinas en la costa uruguaya, conservación y manejo", realizado por Martín Laporta, Philip Miller, Mariana Ríos, Cecilia Lezama, Antonia Bauzá, Anita Aisenberg, María Victoria Pastorino y Alejandro Fallabrino.
Pesquerías
La pesca incidental de tortugas marinas en las costas y aguas abiertas uruguayas afecta directamente a las poblaciones que en ellas habitan. La pesca deportiva con la consecuente pérdida de líneas, plomadas y anzuelos en las puntas rocosas se transforman en trampas mortales para los juveniles de la tortuga verde que se alimentan de algas en dichas zonas. Las tortugas quedan atrapadas por las líneas perdidas en el fondo y mueren ahogadas.

Las comunidades pesqueras artesanales que pueblan la costa del Río de la Plata y atlántica interactúan diariamente con las tortugas marinas. Las artes de pesca más comúnmente utilizadas por los pescadores son palangres y redes de enmalle siendo en éstas últimas donde se da la captura incidental de las tortugas marinas. Un cierto número de individuos mueren ahogados en las redes mientras que los individuos capturados vivos son liberados en su mayoría.
La pesca de altura (con palangre) y de arrastre (con rastras y redes de arrastre) realizada por los barcos industriales afecta fundamentalmente a las especies de tortuga cabezona y siete quillas.
El Proyecto Karumbé se encuentra actualmente trabajando de forma conjunta con todas las partes involucradas en el tema de pesquerías, con el objetivo de tomar medidas para reducir y evaluar las capturas incidentales de las tortugas marinas que habitan nuestras aguas.
La franja costera comprendida entre San Luis y Piriápolis, por ejemplo, así como el área de Cerro Verde son utilizadas por grupos de tortuga verde juvenil como hábitat de desarrollo y alimentación. La interacción con las tortugas es frecuente, especialmente en Valizas y La Coronilla. Cuando son capturadas tortugas vivas, existe una tendencia general a liberarlas.
Tráfico ilegal y consumo
El estudio antes citado indica que al menos durante las últimas cinco décadas en Uruguay se ha utilizado a la tortuga marina como fuente de ingreso económico y de alimentación. Tanto uruguayos como turistas extranjeros utilizan caparazones para la decoración de casas, restaurantes, pescaderías, clubes de pesca, hoteles y también en colecciones privadas.
El origen de estos caparazones es principalmente de tortugas muertas capturadas incidentalmente en las pesquerías artesanales e industriales, pero a su vez los turistas y los residentes de comunidades costeras extraen los caparazones de tortugas que aparecen varadas muertas en la costa. En el país existe tráfico ilegal de caparazones entre balnearios y hacia Montevideo. A nivel transfronterizo, los turistas argentinos llevan caparazones que son pasados por las aduanas fronterizas con total impunidad.
En cuanto al consumo (fundamentalmente de tortugas que mueren en redes de pesca), la carne es preparada de diferentes formas: sopa, milanesas y estofado. Si bien no es usual que se venda carne, sí se comprobó esto en una pescadería de Montevideo.
Aunque en Uruguay las tortugas marinas son protegidas por decretos y leyes nacionales, así como acuerdos internacionales, existe desconocimiento de las mismas por parte de la sociedad y las autoridades competentes en el manejo de recursos naturales.
La campaña “Cero Caparazón”, de Karumbé, comenzó en el 2001 a lo largo de la costa uruguaya, basada en la distribución de folletería y la difusión en los medios masivos de comunicación enfatizando la ilegalidad de comprar y vender productos de tortuga marina.
Asimismo, el proyecto realiza talleres dirigidos a artesanos y a las familias de pescadores, motivando la producción de artesanías alusivas a las tortugas marinas y a otros animales marinos, como una manera de disminuir el comercio ilegal de caparazones y huesos a través de la búsqueda de alternativas de desarrollo comunitario.
VALE LA PENA CONOCERLOS
"La apertura del primer Centro de Tortugas Marinas del Uruguay (CTMU) en la zona de La Coronilla, constituye un novedoso elemento de difusión y educación", afirma Karumbé. Ese centro está abierto sólo durante el verano pero ahora, todo el año funciona el Centro de Investigación y Conservación Marina (CICMAR), ubicado en El Pinar y donde además de tortugas marinas y de agua dulce hay tiburones, aves marinas, etc. Ambos son lugares que vale la pena visitar.

En un país cuya población en general desconoce, y en consecuencia no comprende ni valora los ambientes marinos, es muy difícil trabajar en la conservación de los mismos. Sin embargo éste es un programa exitoso que adjudica el conocimiento acumulado a "la cooperación entre la comunidad científica y las comunidades locales, basada en la confianza y el respeto mutuo". Una metodología que a pesar de su amplio reconocimiento mundial, es algo nuevo en Uruguay y quizás por eso no es "adecuadamente reconocida" en algunos sectores académicos uruguayos. "El gran desafío es entonces demostrar a la comunidad científica local que la mejor manera de hacer conservación es involucrando y haciendo partícipes a los actores relevantes", afirma Karumbé.



La tortuga más grande del mundo
La tortuga laúd o Siete quillas es la más grande del mundo y también vive en Uruguay. A una de ellas, "bautizada" con el nombre de Marina, se le ha colocado un trasmisor satelital y su trayectoria por el Océano Atlántico puede ser seguida desde la página de Internet http://www.geocities.com/sietequillas/7qs/7qs.htm
Por más información sobre el Proyecto Karumbé y sus actividades, dirigirse a http://www.geocities.com/karumbe1999/



La lista roja
El Grupo de Autoridades Internacionales en Tortugas Marinas (Marine Turtle Specialist Group –MTSG), miembro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), llamó la atención del mundo sobre el proceso de declive de poblaciones de tortugas marinas.
Durante el XXVI Simposio Internacional de Tortugas Marinas, realizado en abril en la isla griega de Creta, los científicos advirtieron sobre las nefastas consecuencias de la caza indiscriminada de tortugas marinas por parte de pescadores, el desarrollo del turismo costero, la contaminación, el calentamiento global y el consumo y comercio de tortugas.
El reporte muestra el nivel de declinación de las en los diez sitios más críticos del mundo.
La “lista roja” es la siguiente: tortuga Laúd o Baula (Leatherback) en el Pacífico, tortuga verde oliva (Olive Ridleys) en India; tortuga Lora (Kemp´s Ridleys), en el Caribe, el Golfo de México y el Atlántico; tortuga cabezona o caguama (Loggerheads) en el Pacífico; tortugas verdes en el Mediterráneo; todas las tortugas en el sudeste asiático; cabezona o caguama (Loggerheads) en el Atlántico; tortuga carey (Hawksbill) y tortugas verdes (Green turtle) en el Caribe; tortugas verdes y baulas (Leatherbacks) en el Atlántico este (las playas de anidación del Atlántico africano presentan gran presión de pesquerías de las costas de Brasil, Argentina y Uruguay debido a la toma directa de carne, huevos, productos y pesca incidental) y tortuga carey (Hawkbills) en el océano Indico. Por más información visite http://www.cienciaytec.blogspot.com en su edición de mayo.

Fuente: Revista Quinto Día, de Diario El Telégrafo.

lunes, julio 17, 2006

Revista Science, 14 de Julio de 2006

La Escuela Llegó a las Suricatas

Nueva evidencia sobre suricatas salvajes sugiere que la especie humana podría no ser la única que enseña activamente a sus pequeños. Hay sorpresivamente muy poca evidencia sobre enseñanza –mecanismos dirigidos para transferir habilidades de un individuo a otro- en animales. Alex Thornton y Katherine McAuliffe ahora muestran que las suricatas más viejas enseñan a los jóvenes cachorros cómo agarrar un bocado al incrementar las oportunidades de los cachorros de lidiar con presa viva, a veces empujando trozos hacia los cachorros e inclusive quitándole los “aguijones” a los escorpiones antes de dejar que sus jóvenes alumnos intenten probarlos. Las suricatas cambian estos comportamientos con el tiempo una vez que los cachorros crecen y se vuelven más expertos. Los investigadores descubrieron que la enseñanza fue costosa para las suricatas más viejas, ya que no recibieron beneficio directo alguno por su trabajo e invirtieron mucho tiempo y esfuerzo en el proceso.

Historias de Vida de los Tiranosaurios

Los Tiranosaurios pueden haber tenido historias de vida similares a aquéllas de aves y mamíferos longevos: proclives a sobrevivir sus años de juventud, con la mayoría de las muertes ocurriendo durante la mediana edad o la vejez. Poco se sabe de las historias de vida de los dinosaurios en general, por lo que la ruta de vida del tiranosaurio trazada por Gregory M. Erickson y colegas podría arrojar luz sobre comportamientos de dinosaurios y podría incluso explicar por qué los museos tienen tan pocos especimenes de dinosaurios jóvenes. Con la ayuda de un rico depósito de fósiles de tiranosaurio cerca de Alberta, Canadá, representando una población que murió durante un corto periodo de tiempo, los investigadores sugieren que es probable que los tiranosaurios sobrevivieran sus años de juventud tras haber crecido hasta un cierto tamaño. Los retos de apareamiento y depredación durante la mediana edad aumentaban la probabilidad de morirse a esa edad, y los fósiles más viejos indican que los dinosaurios cayeron presa de los efectos de debilitación por envejecimiento comunes en mamíferos y otras especies longevas.

Mineros de Oro Bacterianos

Granos de oro australianos proveen la evidencia más sólida hasta el momento de que la bacteria puede contribuir directamente a la formación de pepitas de oro. Frank Reith y colegas muestran que los biofilmes bacterianos están asociados con casi todos los granos de oro encontrados en el suelo de dos minas, pero no en los suelos mismos. Pruebas de ADN indican que el microorganismo buscador de oro es probablemente Ralstonia metallidurans. La bacteria puede precipitar el oro como un modo de desintoxicar su propio medio ambiente, provocando acumulaciones de oro dentro de la célula o en algunos casos, deslizándose por la membrana externa de la célula.

Nubes, Aerosoles y Clima

Nuevas mediciones podrían ayudar a los investigadores a entender mejor una de las mayores incertidumbres en el cambio climático: ¿cómo afectan la contaminación y los aerosoles de humo a la nubosidad? Cambios en la nubosidad pueden tener un impacto significativo en la lluvia, las temperaturas en los océanos y otras variables climáticas. Utilizando una red global de instrumentos sensores de aerosoles llamada AERONET, Yoram Kaufman e Ilan Koren muestran que la nubosidad aumenta en áreas con mayores concentraciones de aerosoles en la contaminación y el humo. Sin embargo, un aumento en la cobertura de las nubes significa reducciones en la cantidad de luz solar absorbida por los aerosoles. Los tipos de aerosoles o su ubicación geográfica no afectan estas relaciones, deescubrieron los autores.