"Son necesarios 30 años para dejar la dependencia del petróleo"
NICARAGUA, por Carlos Salinas M.
El petróleo, la fuente de riqueza de la economía global, también puede ser la principal causa de su perdición. El mundo consume 80 millones de barriles de crudo por día y el científico estadounidense Alan Sweedler afirma que si esa dependencia continúa, en unas décadas la economía mundial podría colapsar. Para evitarlo, propone el una etapa de transición al petróleo, que permita el desarrollo de fuentes energéticas renovables como la eólica o geotérmica.
Cualquiera que escuche hablar a Alan Sweedler diría que es un pesimista empedernido. Este científico del Centro de Estudios Energéticos de la San Diego State University, en California, Estados Unidos, asegura que si el mundo continúa dependiendo del petróleo, en 40 años la economía global colapsará, como producto de la escasez del recurso y el incremento en los precios, que puede llegar a más de 150 dólares por barril.
Sweedler habla pausado y cada frase la remarca como si fuera una verdad absoluta. A diferencia de la imagen que transmiten la mayoría de los científicos e investigadores, Sweedler se presenta amistoso frente a los periodistas, y responde de buena gana cada pregunta que se le hace.
Su propuesta es que las próximas tres décadas se presenten como un "proceso de transición", con el gas natural como principal recurso energético, "por ser más limpio, versátil e idóneo para desarrollar el sector industrial". Transición, dice, que permita reemplazar las actuales fuentes de energía basadas en carbón, por otras renovables y amigables con el ambiente.
"¿Por cuánto tiempo vamos a tener petróleo? Si el precio de éste es de 150 dólares es imposible imaginar nuestra sociedad actual. Este es un mundo completamente diferente al que era hace 120 años, cuando comenzó nuestra historia basada en una economía del carbón. Historia que en 40 años puede desaparecer", afirma.
Sus conclusiones las obtuvo después de estudiar las reservas energéticas del suroeste de Estados Unidos y las consecuencias que sobre el ambiente ha causado la explotación de éstas.
"La sociedad necesita energía, pero hay que ver cuál es la mejor opción. No se trata de simplificar el problema, sino de crear nuevas opciones basadas en soluciones científicas", dice.
Sed por el petróleo
La sed por el petróleo parece no acabar, mientras que la oferta actual no es suficiente para hacerle frente a la demanda y los países productores no se ponen de acuerdo para elevar la producción.
El mundo consume actualmente 80 millones de barriles de crudo al día. Estados Unidos consume 7 mil millones 191 mil barriles de petróleo al año. China y Japón son los siguientes en la lista, con un mil millones 935 mil barriles anuales. Luego está la otrora segunda potencia mundial, Rusia, con 985 mil barriles. Y el quinto mayor consumidor mundial es Alemania, con 949 mil barriles.
Datos de la Intendencia de Energía (INE) indican que en el país se consumen a diario 18 mil 500 barriles de combustibles, y en los primeros dos meses de este 2005 se importaron 2 millones 250 mil barriles de combustibles, lo que representa un total de 82 millones de dólares. Este año se espera que las importaciones superen los 10 millones de barriles.
El costo por barril importado asciende a 38.15 dólares, 6 dólares más de lo que costaba en 2003, cuando el precio era de 31.55 dólares el barril. Debido a ese incremento, los precios de los hidrocarburos en el país han alcanzado techos históricos, al superar los 50 córdobas por galón de gasolina.
Las reservas
Las reservas actuales de petróleo no son infinitas, y muchos especialistas coinciden en que se agotarían en 35 o 40 años. Las mayores reservas de crudo a nivel mundial están en Arabia Saudita, con un total de 261 mil millones de barriles.
Le sigue Irán con 125 mil 800 millones de barriles, Irak con 115 mil millones, Kuwait con 99 mil millones y los Emiratos Árabes Unidos con 97 mil millones de barriles.
Los mayores yacimientos en América se encuentran en Venezuela, donde existen reservas compradas que ascienden a 77 mil 800 millones de barriles, y la producción actual del país es de 834 mil millones de barriles anuales.
Otro país que cuenta con grandes reservas de crudo es Rusia, con una capacidad de 60 mil millones de barriles.
La nueva economía
En la actualidad el petróleo no sólo se utiliza para producir combustibles y generar energía para las ciudades. También es la materia prima más utilizada para la fabricación de una gran cantidad de productos, desde neumáticos hasta juguetes, que hacen más fácil la vida a los humanos.
Sweedler afirma que mantener ese estilo de vida les resultará cada vez más caro a los países, porque los días del petróleo barato llegaron a su fin. Desde mediados del año pasado la Bolsa de Valores de Nueva York se ha convertido en el centro de atención a nivel mundial, como consecuencia de la variabilidad de los precios del petróleo, que en junio de este año superaron los 60 dólares por barril.
"El mundo tiene que aprender a usar la tecnología de manera inteligente y desarrollar el potencial de fuentes solares, eólicas y geotérmicas, porque cada vez más se necesitan fuentes de energía adecuadas, con precios razonables", dice.
La propuesta de Sweedler es que en 30 años los países ricos hayan podido desarrollar estas fuentes y mientras tanto se desprendan de su dependencia del petróleo utilizando el gas natural. Pero eso funcionará para países que cuentan con ese recurso, mientras que los países pobres podrían desarrollar una nueva dependencia, al no contar con reservas de gas.
Desarrollar recursos locales
La respuesta de Sweedler para los países menos desarrollados es buscar nuevos recursos basados en la realidad de cada país. "Deben de ver qué recursos tienen, como la biomasa o el biodiesel, y desarrollar esos recursos locales. Tienen que hacer más eficientes sus economías, para que evitar ser vulnerables", afirma.
Agrega que una solución podría ser la creación de alianzas con los países vecinos que cuentan con mayores fuentes e importar electricidad de otras áreas.
Consultado sobre los vaivenes políticos de los países latinoamericanos, donde la inestabilidad hace imposible que se desarrollen programas para hacerle frente a la crisis energética, Sweedler dice que "lo más importante" es que los políticos entiendan el problema que representa y tomar las decisiones pertinentes.
Sweendler también recomienda que la energía sea utilizada de "forma más racional". En países como Estados Unidos, dice, el consumo se podría reducir hasta en un 30 %.
"Es posible crear electricidad sin crear contaminación. Se puede obtener la misma cantidad de energía usando fuentes renovables."
Sweedler espera que sus investigaciones generen un impacto en las políticas energéticas y ambientales de Estados Unidos y México, países en donde ha realizado sus estudios. Mientras tanto, advierte, el mundo debe continuar investigando soluciones a la crisis del petróleo, que es el "dilema" al que se enfrentan los gobiernos, ricos o pobres.
La posición de Sweedler puede ser considerada como radical o apocalíptica. Talvez a él le calzaría la célebre frase del también estadounidense y director de cine Woody Allen, quien dijo que "los pesimistas son optimistas bien informados."
LAS ALTERNATIVA AL PETROLEO
- El hidrógeno. Componente del agua. Su ventaja es que es inagotable -es el elemento químico más abundante en la tierra- y que su uso no contaminaría. El principal problema es que no existe como recurso natural inmediatamente utilizable, sino que se debe fabricar. La energía que requiere su obtención supera el beneficio ecológico de su utilización. Todavía hay que aprender a manejarlo.
- Los biocarburantes. Son combustibles que se obtienen, directa o indirectamente, de recursos biológicos (aceite de girasol, biomasa, etc.). Ya existen y se utilizan, pero nunca serán suficientes para sustituir al petróleo.
- La hibridación. Consiste en combinar un motor de gasolina o de diésel con otro eléctrico. Suman las ventajas de los motores tradicionales en la carretera a las ventajas ecológicas de la electricidad en el medio urbano.
- El gas natural. Es la alternativa que permitirá vivir la transición entre el fin del petróleo y la generalización del hidrógeno. Lo que falta son estaciones de carga pública. Pero si se consume el gas a la velocidad con que se ha consumido el petróleo, las reservas sólo durarán 20 ó 30 años.
Los años que vienen verán la coexistencia de estas cuatro tecnologías, y las que se inventen, hasta que el hidrógeno se convierta en el nuevo petróleo, afirman los expertos. Pero el petróleo aún resistirá. A pesar de los aumentos de precio, todavía es mucho más barato que las energías alternativas, y todas las infraestructuras automovilísticas están organizadas a su alrededor. Lleva un siglo de ventaja y será muy lento cambiar las costumbres, anuncian los expertos.
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