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jueves, enero 26, 2006

El SIDA no es un juego

VENEZUELA, por Patricia Pérez

Si llegara el momento del parto, y a una madre que desconoce que tiene VIH/SIDA se le practica una prueba de detección, todavía se podría disminuir la carga viral en su hijo.


Desde la fase temprana hasta el final del embarazo, siempre que el médico tratante tome en cuenta la importancia de la prueba, se puede llegar hasta 0% la carga viral de los bebés. Así lo señalan los especialistas en SIDA pediátrico, Dra. Laura Naranjo y Dr. José Antonio Suárez, quienes atienden a los grupos familiares que tienen niños o niñas que viven con el virus; en la sección de Infectología del Instituto de Medicina Tropical, de la Universidad Central de Venezuela.
La experiencia ha llevado a los especialistas a catalogar el diagnóstico de VIH/SIDA como una condición crónica, y a la transmisión vertical como una consecuencia de la ignorancia de pacientes y médicos.
"Los obstetras por lo general no solicitan la prueba de detección del virus, y debe hacerse porque hay posibilidades de intervención", estima Naranjo. Sí es posible disminuir la carga viral, y el trabajo de prevención comienza desde el momento en que se concibe al bebé. Desde ese instante se debe suspender la administración de medicamentos por el primer trimestre del embarazo, y a partir de esa fecha reanudar el tratamiento de alta eficacia -que comprende tres antirretrovirales- con la Zidobudina, una droga que ha demostrado que disminuye la transmisión vertical.
En los casos en que se desconoce la presencia del virus hasta el momento del parto, entonces se aplica el mismo tratamiento vía intravenosa a la madre y al bebé. En todos los casos se debe practicar una cesárea electiva, que evite la exposición del niño a la diversidad de fluidos que la madre tiene en un parto normal.
Luego tendría que explicársele a ella, que no podrá dar pecho a su hijo porque todavía existe en la leche materna el riesgo de transmisión del virus en un 14%, y que por el contrario tendrá que utilizar la leche formulada hasta el año de vida.
Una vez que el niño nace, debe administrársele el tratamiento con Zidubudina durante seis semanas, así no esté infectado. La evaluación debe durar dos años, y en ese tiempo debe conocerse el diagnóstico final del niño.
La realidad de la transmisión vertical sigue llegando a las salas de parto, a pesar de que se conocen las rutas para evitar que diariamente sean menos los niños y niñas que nacen con el virus. Y usted, ¿qué piensa? ¿Podremos ver la última generación con VIH/SIDA en el año 2010?.

Nº 7 de la serie en El Nacional