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martes, marzo 14, 2006

Para verte mejor



Utilizando nanotecnología, un equipo de científicos logró restaurar la vista de hámsteres ciegos.





Los investigadores del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), en Estados Unidos, simularon el efecto de una lesión traumática cerebral, cortando los nervios de la vía óptica de los animales.

Según los científicos, con una simple inyección de una solución de nanopartículas, lograron reparar los nervios ópticos de los animales y restaurarles la vista.

El estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, indica que la técnica podría ser utilizada en el futuro en cirugías cerebrales reconstructivas.

"Es una técnica muy ingeniosa", le dijo a BBC Mundo el profesor Carlos Belmonte, director del Instituto de Neurociencias de Alicante.

"Porque básicamente están generando un entorno amigable para que las neuronas dañadas puedan regenerarse", agrega.

Pero agrega que todavía falta superar muchas barreras en la reparación de lesiones del sistema nervioso central.

Desafío

Uno de los mayores desafíos de los neurocientíficos es la reparación de nervios del sistema nervioso central lesionados tras una herida.

Pero hasta ahora, el éxito en este campo ha sido muy limitado.

La regeneración de los nervios no ha sido posible debido a varios factores como la cicatriz y las aberturas en el tejido cerebral que quedan tras la lesión.

Los investigadores de Massachussets, junto con científicos de la Universidad de Hong Kong, encontraron una forma novedosa de solucionar estos problemas utilizando la nanotecnología.

Ésta es la rama de la ciencia que involucra la manipulación de átomos y moléculas.

Lo que hicieron fue inyectar en el sitio de la herida de los roedores ciegos una solución que contenía péptidos obtenidos sintéticamente.

Los péptidos son moléculas minúsculas que miden sólo cinco nanómetros de largo.

Una vez en el cerebro del hámster, los péptidos lograron ubicarse espontáneamente formando una especie de red de nanofibras, la cual logró unir las aberturas entre los nervios dañados.

Los científicos descubrieron que el tejido cerebral de los hámsteres se "tejió" en la red molecular creada por la inyección y a la vez evitó la formación de cicatrices.

Y lo más importante es que el tejido cerebral recién formado permitió que los nervios crecieran de nuevo restaurando así la visión de los hámsteres heridos.

"Hicimos un corte, colocamos material en éste y luego analizamos el cerebro desde diversos ángulos", explicó el doctor Rutledge Ellis-Behnke, el neurocientífico del MIT al frente de la investigación.

"Lo primero que vimos fue que a las 24 horas, el cerebro se había comenzado a autoreparar. Nunca habíamos visto algo semejante, así que fue muy sorprendente", indicó el investigador.

Noticia en BBC Mundo